Palabras de esta humilde costalera.

¡Ya mismo tenemos aquí el Miércoles Santo, para nosotras muy rogado señoras! Empieza el olor a incienso, los ensayos, el compañerismo, el buen ambiente junto a ustedes un año más, el tercero para mí aunque mi primer año no me pudiera estrenar por la lluvia junto a ustedes, guerreras de gran fuerza física y psíquica. El año pasado sólo fue una antelación de todo los buenos momentos que seguramente pasaremos. Empiezan los ensayos con el frío del duro invierno, el hacernos el costal y el ponérnolos, cada una con ayuda de otra, como siempre, el buen compañerismo del que podemos alegrarnos, el compañerismo costalero. Ese que nos hace más fuertes bajo el paso, donde cada una aportamos toda nuestra fuerza al ritmo de la música de nuestra banda espejeña y sus marchas, las cuales sentimos interiormente y lo demostramos con las chicotás y con el movimiento característico que hace a nuestra señora, a nuestra Virgen de la Paz y Esperanza bailar al son de las marchas. Empiezan los grandísimos momentos que llevo esperando desde el Miércoles Santo del año pasado junto a vosotras y sobretodo, junto a nuestro capataz, un grandísimo capataz, del cual me faltarían palabras en el diccionario que lo definieran sólo un poco de lo magnifico que es. Francisco Javier Puertas Gracia. Sin ti los Miércoles Santos bajo el paso de nuestra señora no sería nada. ¡Que ganas tengo ya! ¡Que ganas de veros con vuestra energía semana a semana! ¡Que ganas de volver a sentir todo lo que siento cuando veo la gran familia que poquito a poco habéis ido construyendo dentro de esta cofradía!. ¡Que ganas de volver ensayo tras ensayo a poder decir "Queda una semana menos para mecerla por las calles de Espejo al compás de la banda"! ¡Que ganas! ¡Volvemos con nuestra fuerza un año más! ¡Volvemos como cada año: con más ganas que nunca! ¡Gracias por vuestra compañía un año más!